domingo, 28 de octubre de 2012


La Feria de Cali negocio político o industria cultural?
Por: Jose Reinel Peñuela. Esta es una visión de la feria de Cali desde la teoría critica. La capital del valle se ha convertido en los últimos años, en un ejemplo de superación y pujanza a través de las distintas expresiones culturales de su gente, no en vano es consideradas como una de las ciudades de mayor empuje empresarial en el país, convirtiéndose esta en la capital mundial de la salsa que durante mas de 50 años a demostrado al mundo su capacidad de poder ofrecer algo mas propio en cultura y desarrollo. 

El surgimiento de las pequeñas empresas desarrolladas a través de lo que se conoce como Industria Cultural, ha generado en la ciudad un cambio significativo y lleno de esperanza y bondad, por quienes de una u otra forma transforman día a día las expresiones culturales en instrumentos generadores de ingresos de mejoramiento en su calidad de vida y en un motor de desarrollo sostenible y sustentable para la ciudad, esto especialmente en su gran fiesta popular, Feria de Cali.


Sin embargo las últimas ediciones se han convertido en un negocio donde priman los intereses capitalistas y las prioridades gubernamentales  a favor de pequeños grupos allegados al gobierno de turno, desfigurando o atentando contra el objetivo de promover la cultura y mantener viva la expresión de las fiestas populares.

En la última versión de la feria de Cali, año 2011, se evidenció de forma descarada los intereses de políticos de algunos grupos respaldados por un alcalde poco equilibrado sobre decisiones que se tomaron en ese momento. El afán mercantilista llevo a que cada ciudadano se le cobrara una suma de $ 64.000, idea de Jorge Iván Ospina, alcalde, para poder disfrutar de un espectáculo popular con una trayectoria de más de medio siglo donde se expresa la cultura de Cali.  Con esto se está demostrando que lo importante es llenar los bolsillos de uno pocos justificando sus acciones en la aparente  generación de  empleo y recaudo de dinero para el desarrollo de las festividades  Vale recordar que para estas fiestas estaban destinados mas de $3.000  millones  por parte del  gobierno nacional.

Ante este contexto se hace necesario replantear los procesos de organización y desarrollo de la feria de Cali como fiesta popular.  Nuestra propuesta es que el manejo de esta fiesta popular sea  autonomía de la Corporación Feria de Cali, Corfecali, y que este organismo sea blindad de toda participación política y capitalista logrando que la participación gubernamental se haga estrictamente con un interés cultural.

Para el efecto es necesario que los mismos actores del sector cultural y la industria cultural de Cali conformen sus colectivos de trabajo exigiendo a los entes administrativos su obligación de cumplir con un  derecho constitucional de los ciudadanos de recreación y cultura. Es deber del estado garantizar la supervivencia de las costumbres y tradiciones de las fiestas populares como como arte que comunica.


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