¿De qué manera las fiestas populares de cada región en nuestro entorno social se visualizan como arte que comunica, desde estudio cultural?

Alvaro de Jesús Patiño.-La al llamada cultura periférica, subcultura o cultura subalterna ha de constituirse en un proyecto de vida que se incorpore a la cultura global para dimensionar nuevas formas de expresión y representación en el contexto histórico – social de la humanidad, a partir de las vivencias de fiestas populares en las regiones Colombianas.

Desde el centro de estudios culturales contemporáneo de la escuela de Birminghan, Hall, Thompson, Williams, se asume lo crítico cultural y con Pascuali Barbero se retoma la crítica latinoamericana de la comunicación para resolver viejos problemas del positivismo y entrar en procesos de profunda renovación donde la pretendida de la cultura hegemónica  perpetuada por Europa y Estados Unidos, vire hacia una organización de nuestra experiencia subjetiva que amplíe los medios de comunicación a preparar investigadores profesionales y conjurar la dependencia comunicativa  sobre la base de flujos desequilibrados de información masiva internacional. 

La UNESCO, la CIEDAL, resumiendo promover políticas nacionales de comunicación en los países en desarrollo como Colombia, proclamó la base de un nueva paradigma democrático comercial, es así, como los países no alineados  en base a un nuevo orden económico internacional de la información y la comunicación (nomic), así mismo las teorías participativas compartían la voluntad de todos los individuos por construir un orden social más justo e igualitario desde los espacios del folclor, las tradiciones populares, como nueva forma de ver y de integrar la cultura e identidad de la nacionalidad al contexto globalizado.

Nuestra madre España, ha sido muestra fehaciente de que desde las gestas épicas, lo popular, la juglaría y la clerecía, se dimensiona la cultura y se construye la emancipación del género humano. Así las fiestas populares y tradicionales en cada región de Colombia son estructuras que comunican nuestra identidad nacional.

Es preciso ordenar, sistematizar y difundir nuestra producción científico – cultural, desde las bases de manifestaciones y expresiones populares en una cultura floreciente, dinámica y próspera, independiente del imperialismo cultural. Las nuevas tecnologías pueden contribuir a fortalecer o debilitar las expresiones populares en la medida que la comunicación logre integrarlas o no a los estudios culturales.