EDITORIAL Jose Alberto Ortiz R.
Si asimilamos y atendemos lo
expuesto por Néstor García Canclini en su análisis
sobre las industrias culturales y el desarrollo de los países
latinoamericanos, debemos tener claro la dimensión de estas industrias en el
mundo moderno y la importancia de los
avances tecnológicos que permiten de
manera incalculada la masificación de los mensajes que se producen
beneficiando la internacionalización de la información y el entretenimiento.
Queda claro que al denominarlas industrias se hace
referencia al fortalecimiento económico que han tenido a parte de la gran
influencia a través de sus contenidos
para formar conductas, comportamientos y la aparición de diversas
expresiones culturales. Así sea que en algunos casos esto sea visto como una
amenaza para la cultura de una región y quienes realmente se benefician sean
unos pocos, especialmente aquellos que tienen el control de los mercados de la
información y el uso por ejemplo de medios informáticos como el internet y
similares.
Por lo anteriormente expuesto también
es necesario hacer análisis de la recepción de toda esa gran masa de
mensajes. Como dice Guillermo Guillermo
Orosco buscar la manera de comprender de
la manera más integral posible las múltiples interacciones y sus resultados,
que se realizan entre segmentos de audiencia y referentes comunicacionales.
Aquí es donde encontramos los
Estudios de Recepción – ER- y las mediaciones
en los procesos de comunicación.
Recordemos que “el juego de la mediación” es lo que define la
interacción y lo que perfila su resultado.
Esto es básicamente el objeto de nuestro segundo
boletín o publicación en nuestro blog, del Grupo Colaborativo 14 y nuestro tema
principal Las Fiestas Populares de Colombia, observar y caracterizar la
relación entre las mediaciones sociales e industrias culturales en nuestros
contextos locales.
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