domingo, 28 de octubre de 2012


   ¿De qué manera las fiestas populares se constituyen en un lenguaje que Colombia comunica al mundo a la luz de la teoría estructuralista?

Por: Alvaro de Jesus Patiño.-El espíritu humano (la razón) es la fuente de todo conocimiento, es por eso que toda manifestación de la vida social es una representación o proyección de leyes universales que  regulan las actividades inconscientes de la mente humana, ya que cualquier entidad es la realidad humana es un sistema que representa una totalidad construida por fenómenos relacionados e inter-dependientes, con prioridad lógica sobre las partes que la constituyen. De ahí que la estructura se altera si se modifican las relaciones entre los componentes. Las fiestas populares buscan cohesión social.

El estructuralismo propone a las ciencias humanas un modelo epistemológico de poder inigualable en comparación con aquellos de las que se disponían antes. La ambición del estructuralismo es tender puentes entre lo sensible y lo intangible. Es asumir que el lenguaje como expresión de lo humano, lo comunicativo y lo popular construye expresiones y manifestaciones culturales que identifican lo local, lo regional y lo global en una visión holística que no puede asumirse aislada del contexto estructural de la sociedad. Si la verdad se instala  en un sector que hegemoniza la cultura y se sustrae de las minorías el sistema entra en crisis, y eso es lo que ha sucedido con la industria cultural. 
    
La sociedad humana es un organismo interrelacionado  cuyos elementos forman una estructura  donde cada uno se afecta si alguno deja de funcionar. Por eso la comunicación debe abrir ventanas al mundo para permitir la hibridación cultural como espacio de interacción y confluencia de toda forma de expresión de la sensibilidad humana. El método estructuralista busca en su inteligibilidad intrínseca un conocimiento del todo antes que de partes; es descubrir una forma común a las diversas manifestaciones de la vida social populares, nuevos sentidos y formas de ver la vida.



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